Laura Pou Manjón en Yo soy Jardiner@, una iniciativa de AMJA

A invitación de AMJA, profesionales de reconocido prestigio expresan el orgullo de ser Jardiner@. Hoy, Laura Pou Manjón.

Hoy entrevistamos a Laura Pou Manjón. Su amplia visión y creatividad en fusión con la arquitectura la ha llevado a realizar proyectos de enorme belleza. Tiene pasión por la jardinería, a la que considera un artículo de lujo esencial en la vida de todos y una necesidad social, porque “no hay nada más social que un artículo de lujo al alcance de todos”.

Ha creado numerosos espacios que destacan por su limpieza de líneas, en donde color, textura, aroma y sonido son tratados en profundidad.  Jardines privados y públicos, para un jeque árabe, para persona con discapacidad visual y el Orquidario de Estepona, por nombrar algunos. Es socia fundadora de Nóbilis Arquitectura del Paisaje, Presidenta de la Asociación de Empresarios para la Vivienda de Alta Calidad (DOM3) y conoce como nadie la complejidad de la jardinería de la Costa del Sol que, con sus controversias, no cabe duda que representa la calidad e innovación de la jardinería andaluza. 

En AMJA queremos destacar la importancia de la profesión de la Jardinería en sus múltiples facetas y difundir la Jardinería como un concepto primordial para la vida en la ciudad. 

Con este programa YO SOY JARDINER@ queremos dar a conocer a hombres y mujeres jardineros, empresarios, científicos, técnicos, diseñadores, arboristas, expertos en riegos, botánicos, especialistas en plagas y enfermedades, consultores, viveristas… y poner en valor una profesión histórica que repercute enormemente en la salud de los ciudadanos.

LAURA POU MANJÓN. Paisajista. Socia fundadora de Nóbilis Arquitectura del Paisaje. Presidenta de la Asociación de Empresarios para la Vivienda de Alta Calidad (DOM3)

¿Por qué es usted Jardinera?

No encuentro un mejor lugar para desarrollar mi carrera profesional que entre las plantas y rodeada de naturaleza. El olor de la tierra en cualquiera de las estaciones del año y participar de la evolución de una idea de manera tan clara y rápida me hacen feliz.

Cuando enfermamos vamos al médico.  ¿Piensa que la sociedad en general es consciente de que las plantas aportan salud? ¿Hemos sabido explicar a la sociedad nuestra profesión?

Creo que la gente es mucho más consciente de lo que pensamos, otra cosa muy diferente es que lleven a cabo lo que sus mentes albergan. Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida.

En cualquier caso es una actitud frente a la manera de enfrentarse a los diferentes retos que se nos presentan. A veces resulta descorazonador presenciar como uno intenta mejorar el lugar donde vive y los que, se supone, deberían ayudar con medios y hechos, ponen palos en las ruedas… la historia de nunca acabar…

Y con respecto a la segunda pregunta, no, definitivamente no. Aunque yo soy poco de explicar y mucho más de mostrar.

¿Por qué nos atraen las plantas?

Las plantas comparten con nosotros los mismos lugares, comparten los mismos nutrientes, comparten el mismo aire y nos regalan momentos de extraordinaria belleza con muy poco esfuerzo. No sé qué más se puede pedir.

No chillan ni increpan, no desobedecen (a primera instancia) y llenan momentos de vacío personal en gente que está sola o en su soledad son un extraordinario compañero de vida.

Hablemos de usted. ¿Cuándo supo que era Jardinera?

Creo que tendría 7 años cuando mi abuelo materno me regaló un invernadero de cristal que, a mí me pareció un palacio. Dentro de él y sobre sus balditas y mesas, cortaba pedacitos de plantas y las hacía crecer en macetitas. Aquello era todo un milagro. Las muñecas no tragaban las cucharadas de comida que les daba y esos pequeños trocitos ¡crecían!

Con la pandemia ha habido muchos cambios. ¿En qué cree que ha afectado a los jardines?

Quizás no se entienda lo que voy a escribir pero para mí, un jardín es un artículo de lujo (espeluznante término, por cierto). Un jardín, un balcón, una terraza, una azotea llenos de vida, nos ponen en contacto con nuestro y más primitivo “yo”. Tiene mucho que ver con lo que anteriormente he dicho. Los jardines conectan con la vida y no hay nada más social que un artículo de lujo al alcance de todos.

De pronto hay personas que quieren abandonar las ciudades y vivir en el campo, en los pueblos. ¿Abandonar las grandes ciudades es la solución?

Rotundamente no. Las ciudades albergan numerosos lugares de encuentro para ser dotados de vida verde. ¿Cuántas veces hemos caminado encontrando “huecos urbanos” abandonados pidiendo ser incorporados?

Es urgente y fundamental, renaturalizar las ciudades conectando con corredores verdes, ese “campo en las afueras” con esos “huecos urbanos”. Es fácil, rentable y urgente.

José Elías dijo que para que haya buenos jardines hacen falta buenos jardineros. ¿Qué pasa con la formación en Jardinería?

Lo que pasa es que en este país la profesión de jardinero no está valorada. Un paisajista tiene caché y un jardinero es un currante. Curioso, ¿no?

Es imprescindible una formación seria, global, valorada y a valorar. No puede ser que cada vez que en una obra de una promoción despidan a un encofrador, albañil o en una gran superficie a un reponedor, carnicero o a cualquier otro trabajador, se ponga a “cuidar un jardín”. He visto verdaderas atrocidades cometidas por falta de formación, así como por una inexistente y/o laxa legislación al respecto.

Miguel Agulló Velasco en Yo soy Jardiner@, una iniciativa de AMJA

A invitación de AMJA, profesionales de reconocido prestigio expresan el orgullo de ser Jardiner@. Hoy, Miguel Agulló Velasco.

Miguel Agulló es un alicantino que ha viajado muchísimo y siempre por culpa de las plantas: Villa Olímpica Barcelona, Expo´92 Sevilla, Jardín Tropical de Atocha, Selvas tropicales de Costa Rica y Brasil, Port Aventura en Salou, Oasis Histórico de Ghadames, Libia, Universidad del Norte de Colombia, por nombrar algunos de sus destinos. Él conoce como nadie los entresijos de los grandes logros jardineros y también de los pequeños, vividos siempre en primera persona y con experiencias que no dejan indiferente. Su figura es fundamental para conocer la evolución de la jardinería española en las últimas décadas. Pero siempre será, sobre todo, el creador del Jardín de Atocha.

En AMJA queremos destacar la importancia de la profesión de la Jardinería en sus múltiples facetas y difundir la Jardinería como un concepto primordial para la vida en la ciudad. Con este programa YO SOY JARDINER@ queremos dar a conocer a hombres y mujeres jardineros, empresarios, científicos, técnicos, diseñadores, arboristas, expertos en riegos, botánicos, especialistas en plagas y enfermedades, consultores, viveristas… y poner en valor una profesión histórica que repercute enormemente en la salud de los ciudadanos.

MIGUEL AGULLÓ VELASCO. Ingeniero Técnico Agrícola. Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Alicante. Hacedor de Atocha.

¿Por qué es usted Jardinero?

Lo primero que debo hacer y lo hago de corazón, es daros las gracias a los responsables de AMJA por pensar en mí y darme el apelativo de “jardinero”. Muchas gracias.

Creo, sinceramente, que no soy jardinero, esa es una palabra mayor muy denostada en su uso. Si se refiere a una persona que ha construido algún que otro jardín, si lo soy, pero ser jardinero es mucho más, es alcanzar un arte en el uso de las plantas y los elementos complementarios, en la modelación y aprovechamiento del terreno, del lienzo sobre el que crear, es aprovechar miles de combinaciones, en definitiva para mí, ser jardinero es dominar la naturaleza y eso…no.

Cuando empecé a decorar interiores y hacer mis primeras rocallas, desollándome las rodillas y las manos, creí y me llamaba “jardinero”, conforme he adquirido conocimientos, admirado obras realizadas por profesionales, que yo en mis principios entendía eran mis enemigos, he podido comprender que son mi competencia, nunca mis enemigos, he admirado sus trabajos y, sobre todo, he aprendido de ellos y sigo haciéndolo cada día, por eso me denomino “aprendiz de jardinero”.

Bajo mi punto de vista, la jardinería es el refinamiento de la agricultura transformándola en arte.

La agricultura domestica especies para mejorar su rendimiento y facilitar la alimentación de las personas, la jardinería controla especies para nutrir el alma.

Cuando enfermamos vamos al médico.  ¿Piensa que la sociedad en general es consciente de que las plantas aportan salud? ¿Hemos sabido explicar a la sociedad nuestra profesión?

Sinceramente NO. Ni lo uno ni lo otro.

La jardinería se entiende como una profesión sin formación o con muy escasa necesidad de conocimientos para ejecutarla. El ciudadano común, incluso los formados universitariamente, entiende la agricultura como una actividad desarrollada sin conocimientos ni tecnología. En el caso de la jardinería es algo más grave, jardinero es cualquiera que retire hierbas y ponga unas piedras alrededor de un árbol o arbusto, tenga o no sentido.

Los culpables somos nosotros, si en el acto del “Corte de la primera uva del Vinalopó” no se hace mención al trabajo de los ingenieros, es culpa de los ingenieros que no hemos sabido hacer que se valore nuestra aportación para lograr esa calidad especial. Si no se valora el trabajo y la profesionalidad del jardinero, es culpa de los jardineros que no hemos sabido transmitir a la sociedad la altísima preparación necesaria para desarrollar esta dignísima profesión, en la que la formación y la necesidad de adquirir conocimientos nunca acaba.

Es función de las asociaciones profesionales, los colegios de ingenieros y, por supuesto, de los propios profesionales de la jardinería, dar a conocer a la sociedad la importancia de su trabajo, la alta cualificación necesaria para plantar, construir, un jardín y especialmente para poder mantenerlo adecuadamente, con los más bajos costes aplicados para obtener los mejores rendimientos, sin perjudicar a nada ni a nadie, con excelentes resultados.

Sin denostar al peón menos cualificado, absolutamente necesario, se ha de ponderar al que es realmente un JARDINERO, denominación muy difícil de alcanzar.

La información y la reivindicación constante, por todos los medios posibles al alcance de todos nosotros es imprescindible, la formación continuada de los profesionales es absolutamente precisa y dar a conocer estos condicionantes puede dignificar la profesión ante el ciudadano de a pie.

¿Por qué nos atraen las plantas?

Los humanos, en sus movimientos sobre el planeta, siempre han cargado en su equipaje con “su paisaje”.

Unos 3000 años antes de Cristo, en China se cultivaban plantas en cerámica con las que construían bellos jardines en patios y explanadas palaciegas.

Del reinado de Hatshepsut, Egipto 1503-1482 a. de c., adornando su tumba, se conserva un bajorrelieve en piedra que reproduce la plantación, en un inmenso recipiente (maceta), de incienso procedente de África Oriental, donde la reina mandó a buscar los árboles de “Boswelia carterii”.

Según la leyenda, los jardines colgantes de Semiramis en Babilonia (814-810 a. de c.), poseían plantas cultivadas en recipientes de piedra. Otra versión con mayor grado de credibilidad adjudica la construcción a Nabuconodosor II, quién los construyó para recrear el paisaje del lugar de origen de su esposa Amytis, en el año 600 a. de C.

Las macetas decorando azoteas no es algo moderno, ya se utilizaban cuatro siglos antes de nacer Cristo. Tiberius, emperador romano, recolectaba plantas en sus campañas militares y construyó el primer invernadero conocido como tal, usando Lapis specularis (láminas de yeso que cortaban a serrucho en las canteras de Hispania Citerior, próximas a Segóbriga), que permite el paso de luz solar atenuada.

Los romanos mantenían condiciones especiales para las plantas, dando calor a través de conducciones de agua caliente, para la producción de pepinos el manjar preferido por Tiberius, por ejemplo.

Las plantas traídas por los viajeros eran usadas como moneda de cambio, de población en población. Al principio, los usos predominantes y de interés en la recolección de plantas fueron los culinarios y medicinales.

El primer invernadero, el más antiguo de Europa, construido en 1550 por el jardín botánico de Padua (Italia), resultó de transformar su estructura añadiendo partes de cristal, para poder albergar plantas con requerimientos especiales.

El conocido capitán Cook, en 1768, tras sus importantes descubrimientos por todo el Pacífico, trasladó a Inglaterra más de 3000 especies de la flora que encontró. Años más tarde, el Real Jardín Botánico de Kew, en las proximidades de Londres, paso a ser el más importante en número de especies, más de 5500 en el año 1789, convirtiéndose en el primer centro de investigación botánica.

Comenzó el uso por las clases altas de plantas en interiores, les proporcionaban una mayor distinción por su belleza y originalidad. La alta sociedad competía por las mejores y más raras especies, por destacar con las últimas novedades y sorprender a sus amistades y extraños con la planta más original y singular. En un principio el motivo de selección era la floración, por encima de cualquier otro aspecto de la planta. Realmente, había comenzado el negocio de las plantas ornamentales exóticas.

Las clases menos acomodadas comenzaron a tener acceso a la gran cantidad de plantas exóticas que llegaban de todo el planeta. La generalización en la decoración de hogares con plantas ornamentales no se produjo hasta mediados del siglo XIX. Las reinas eran las orquídeas, los helechos y las palmeras.

Como se puede apreciar las plantas han ido ganando interés conforme las sociedades se han ido apartando de sus orígenes, sabanas y selvas, bosques y riveras verdes.

La necesidad del verde para el humano es vital, necesitamos alimentarnos de plantas, si comemos carne, las plantas alimentan a los animales que degustamos.

En nuestro ADN está impreso que necesitamos plantas para subsistir, pero la jardinería nace de la necesidad de mantener vivo nuestro entorno ancestral, nuestra vida rodeados de exuberante verde como reflejo de un confort absoluto.

Esa recreación se ha perfeccionado con el paso del tiempo y la jardinería actual, la capacidad de mejora depende en mucho de todos nosotros.

Hablemos de usted. ¿Cuándo supo que era Jardinero?

Más bien, cuando comprendí que no llegaba a serlo.

Lo cierto es que yo planté mi primera palmera tras comerme un dátil y enterrar el hueso debajo del grifo donde bebía agua, en una finca donde viví.

Desde pequeño, según cuenta mi madre, mis juegos consistían en hacer caminitos, hoyos que simulaban embalses y puentes. Mi vocación inicial era la ingeniería de caminos. Mi padre, gran conocedor de mis habilidades me dijo: “Tal como mides tu, mejor dedícate a la agricultura, que un palmo no es holgura”.

Yo vivía con mis padres en Orihuela (Alicante), donde acababan de abrir la Sección Delegada de la Escuela de Ingenieros Técnicos Agrícolas, dependiente de la Universidad Politécnica de Valencia; en consenso decidimos iniciar el primer curso, común para todas las ingenierías técnicas para reanudar segundo curso en la Escuela de Obras Públicas de Alicante.

Pero, algo sucedió antes de iniciar segundo curso que me dejó unos años más en Orihuela.

Mi profesor de Educación Física, D. Antonio Álvaro Pascual, mi segundo padre, me instó a que hiciera unos cursos de entrenador de baloncesto, voleibol y monitor polideportivo, en aquellos años con estos títulos y solo 18 años de edad, me llevaron a ser contratado como profesor adjunto de Educación Física en el Instituto Laboral El Palmeral de Orihuela, justo en el centro de su hermoso Palmeral.

Al tener trabajo, seguí estudiando en Orihuela, compaginando educación física todas las mañanas de 9 a 13:30, con clases de agronomía por las tardes, de 15:30 a 21:30. No obstante, fui un privilegiado, no dependía de mis padres y tenía mi Seat 600 de quinta mano.

Ya terminando, en tercero, anunciaron la celebración del primer Diplomado en Producción de Flores y Plantas Ornamentales en Valencia. Junto a mi profesor de Jardinería, D. Antonio Navarro Quercop, Pepe, que era un investigador del CEBAT (Murcia) y otro compañero de curso, Alfonso Maestre Pascual, todos los viernes me permitían terminar mi clase de gimnasia a las 10, me recogían y tras 5 horas y un bocadillo especial en el Domenech de Alberique, estábamos en la Escuela de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Valencia, yo dormí durante 6 meses en distintas casas de amigos y amigas de Orihuela que estudiaban en Valencia, gracias a todos ellos.

Aquí comenzó mi adicción a este mundo de la planta ornamental. Desde ese momento siempre he buscado nichos de negocio relacionados con la jardinería y la planta ornamental, mi trabajo fin de carrera lo redacté sobre “El cultivo de la palmera datilera en el Palmeral de Orihuela”, para no tener problemas en el examen que era en Valencia, Paco “El Cura”, un grandísimo PALMERERO que vivía en el Palmeral, me fue contando tarde tras tarde durante muchos años, los secretos del cultivo, lo recuerdo con enorme cariño.

Mi principal actividad ha sido comerciar con plantas ornamentales, yo decía de broma traficar, no existía internet y yo me recorría viveros y viveros para saber donde estaban las plantas, era capaz de acordarme de todas las plantas que veía, con eso suministraba plantas a numerosas empresas de jardinería y viveros.

Empecé haciendo jardines yo mismo, manteniendo plantas incluso por la noche, acompañado por mi esposa hasta que nació mi primer hijo, después un empleado, dos, una furgoneta, otra, un vivero, un garden center, más furgones, más empleados, jardines más y más grandes, Jardín Ornitológico y Botánico El Retiro, la Expo de Sevilla´92, La Burbuja Amazónica del Pabellón de la Naturaleza (Expo´92). Este ha sido el trabajo más bonito de mi vida, trasladando plantas desde las selvas tropicales lluviosas de Costa Rica y Brasil hasta Sevilla, así empezó mi devoción por el Amazonas; Villa Olímpica, El Jardín Tropical de Atocha, Port Aventura, Faunia, Terra Mítica, Expo Lisboa´98, Epifitarium de San Joan D´Alacant con 830 orquídeas epifitas americanas y 420 bromeliáceas más 40 tipos de aráceas, Terra Natura, etc. Y un campo de golf a solo 3 km. de mi casa que me llevó a la ruina, en 1993. Vuelta a empezar con mucho menos dinero, en negativo.

Ahora, después de vivir y montar empresa en Colombia, vivo más tranquilo, recuperando planta de cultivos agrícolas para ornamental, algún proyecto de jardinería, alguna decoración, algún jardín, informes, asesorías, otras actividades destinadas a la agricultura: distribución de mejoradores de suelo, fertilizantes líquidos y bio-estimulantes, todo dirigido a cultivo en ecológico y biodinámica.

Pero, sigo intentando llegar a Jardinero a través de la formación.

Con la pandemia ha habido muchos cambios. ¿En qué cree que ha afectado a los jardines?

Desgraciadamente, muchos han sido abandonados, otros casi.

Los mantenimientos han descendido de forma alarmante, si bien tras abandonar el encierro y volver a una cierta normalidad, hubo una especial alegría, con recuperación de espacios y vuelta a decorar muchos establecimientos, en la actualidad no parece que se pueda ser muy optimista.

Lo que sí es evidente y resultará beneficioso para el sector, es la apuesta europea por el verde como factor de salud en las ciudades, la recuperación de flora y fauna como lucha contra nuevas pandemias, preventiva, y la mejora de todo lo relacionado con la naturaleza.

Existen programas europeos que no han sido demandados con proyectos españoles, quedan muchos millones de euros adjudicados a España, que no han captados por nuestras empresas y administraciones, debemos ponernos en marcha y no permitir que todo ese dinero destinado a mejorar nuestro ambiente vuelva a quedar desierto y sin adjudicación.

De pronto hay personas que quieren abandonar las ciudades y vivir en el campo, en los pueblos. ¿Abandonar las grandes ciudades es la solución?

En un futuro a medio plazo no creo que exista otra solución, las macro urbes no pueden funcionar, no son eficientes.

El problema radica en dotar al medio rural de las “comodidades” de conectividad de los grandes centros sociales, sobre todo dotando medios de recreo, sistemas de transporte y nuevos centros sociales equidistantes de varios núcleos urbanos, que hagan la función de centro urbano.

En realidad el sistema de ciudad jardín ha fracasado, no es sostenible, pero tomando como ejemplo la ciudad declarada como la más sostenible, Benidorm, se formarán concentraciones urbanas muy diferentes a lo que conocemos, rodeadas de naturaleza e interconectadas entre ellas, la sostenibilidad unida a la vida cómoda y muy conectada, creo que será un futuro que tal vez yo llegue a disfrutar.

José Elías dijo que para que haya buenos jardines hacen falta buenos jardineros. ¿Qué pasa con la formación en Jardinería?

Yo solo añadiría para que existan buenos profesionales tienen que estar bien formados, conocer su oficio. La formación es fundamental, lo es todo profesionalmente hablando.

Al morir mi mujer, en 2012, mi hija vivía en Colombia. Su jefa y profesora en la Universidad del Norte me propuso ir a dictar (así dicen allá) un seminario sobre jardinería. La intención, que la Universidad me pagase el pasaje y unos días en Barranquilla. Acepté el reto de inmediato y a continuación  me entró un tremendo temor al fracaso.

Se acordaron fechas, pero el pasaje no llegaba, hasta que no vendieron suficientes plazas para garantizar cubrir gastos no me enviaron mi billete de viaje.

El seminario versaba sobre “Diseño y Proyectos de Jardinería”. Allí, antes de empezar las charlas, viernes tarde 6 horas y sábado por la mañana 6 horas, me advierten que los alumnos valoran al profesor, por normas de calidad de la UNINORTE, que sobre 5 puntos la media estaba en 4,26. Mis nervios aumentaron y el fracaso lo veía muy cerca.

Pero, ante personas amantes de lo mismo que yo, me transforme, o mejor dicho fui yo mismo, olvidé que estaba dictando clase y compartí con aquellos “colegas”. Resultado 4,92 de puntuación y oferta de UNINORTE de repetir a los seis meses con otro seminario.

Mi hija tituló para la publicidad “El Arte de las Plantas” y el nombre de cada uno de los 4 seminarios que dimos, hasta que ofrecieron dictar un “Diplomado en Diseño y Construcción de Jardines”, seis meses de duración, no lo pensé demasiado y me fui a vivir allí.

Lo mejor de todo y por lo que cuento esta historia, es que todas y todos mis alumnos hoy trabajan en jardinería, algunos todavía me consultan sus dudas, para mí es lo esencial, se formaron de una manera especial y destacan.

Tanta fe tengo en la formación que desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados en Ingeniería Agroambiental de Alicante, estamos promoviendo un nano-máster que se impartirá por la Universidad Miguel Hernández de Elche, en su Escuela Politécnica Superior de Orihuela, Campus de Desamparados. Consiste en 168 horas de docencia y prácticas, a desarrollar quincenalmente los viernes por la tarde y sábados durante todo el día.

Pretendemos formar especialistas en planta ornamental para que puedan tener su vivero o trabajar en viveros, personas capacitadas para diseñar, construir y mantener jardines con criterios y conocimientos fundamentales.

El nano-máster se denomina “Especialización en Jardinería y Planta Ornamental”. La Universidad otorgará el título de especialización a quién supere las pruebas.

Creo dejar patente la importancia que doy a la formación y, ahora mismo, mucho más a la no universitaria que a los estudios superiores. Yo no asisto a más cursos y charlas por falta de tiempo.

La bioprotección vegetal en parques y jardines a debate

La crisis sanitaria global ha puesto de manifiesto la importancia de disponer de una red suficiente de espacios urbanos vegetalizados saludables y sostenibles para el uso diario de una población que reclama, cada vez más, soluciones respetuosas con el medio ambiente. Así, un mayor uso de tratamientos biológicos contra plagas y enfermedades en los parques y jardines de las ciudades es una demanda a estas alturas del milenio ya indiscutible que ninguna administración pública ni empresa del sector debería ignorar.

¿A qué sustancias exponemos a los parques y jardines de nuestras ciudades?

“Queremos que la sociedad empiece a preguntarse cómo se están conservando las zonas verdes de sus ciudades y cómo esto afecta a la salud y bienestar de las personas y la calidad ambiental”, afirma Regina Monsalve, presidenta del COITAVC

El Foro de Bioprotección Vegetal pretende dar visibilidad a “soluciones innovadoras respetuosas con el medio ambiente e inocuas para quienes disfrutan de los espacios verdes urbanos» y presentar la bioprotección como una técnica sostenible y efectiva para su aplicación en la infraestructura verde de la ciudad.

“Actualmente, se requiere que las metodologías de control sean cada vez más seguras medioambientalmente, sostenibles y que minimicen los efectos colaterales sobre los ciudadanos», explica Xavier Pons, del Departamento de Producción Vegetal y Ciencia Forestal de la Universitat de Lleida, codirector de este Foro que se inicia mañana y que se celebra en formato virtual.

En FEEJ esperamos que el encuentro interese y convenza a gestores públicos y privados del verde urbano que tienen responsabilidad en sanidad vegetal y bienestar comunitario. Además, esperamos que sea un impulso a la investigación, dada “la escasa inversión para el desarrollo de estudios a medio y largo plazo, que no se tienen en cuenta en los planes de producción ecológica y otras fuentes de financiación de proyectos, y los pocos grupos de investigadores relacionados con el estudio en ese ámbito.”

Patrocinadores

El Foro de BioProtección Vegetal, coorganizado por COITAV y Phytoma se celebrará los días 14 y 15 de octubre. Cuenta con la colaboración de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, el Consejo de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España, IBMA España, la Federación Española de Empresas de Jardinería (FEEJ) y Valencia, Capital Mundial del Diseño.

Presentaciones técnico-comerciales

Algunas de las empresas patrocinadoras de FEEJ participarán presentando biosoluciones eficaces.

Alternativas sostenibles de control de plagas en arbolado. D. Jaume Alagarda Nacher. Director técnico y CEO de Arborsystems Europe

Protocolo de Koppert para la gestión IPM en áreas verdes. Caso de éxito: Ciudad Deportiva del Real Madrid. Dª Cristina Prados Fernández. Especialista en Áreas Verdes. Departamento Técnico de KOPPERT ESPAÑA

SERENISIM® y OSTRINIL® controlan las plagas más complicadas de las palmeras ornamentales. Dª Irene González. Crop Manager UPL Iberia

José Elías Bonells en Yo soy Jardiner@, una iniciativa de AMJA

A invitación de AMJA, profesionales de reconocido prestigio expresan el orgullo de ser Jardiner@. Hoy, José Elías Bonells, una referencia en Andalucía.

«Nuestra sociedad sufre el síndrome de la falta de naturaleza». JOSÉ ELÍAS BONELLS, Ex Adjunto al Jefe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla.

Aunque es catalán de nacimiento y no ha perdido su acento y torrente de voz, ha estado desde joven en el Servicio de Parques y Jardines de Sevilla hasta su jubilación y ha viajado por medio mundo conociendo jardines. Es socio fundador o miembro de muchas de las organizaciones españolas y recientemente creó el Blog “Jardines sin Fronteras” que alimenta cada día y que es una verdadera enciclopedia. Todos los días sale, cámara de foto en ristre, para ver lo que se cuece en los jardines y no hay evento relacionado con la jardinería en el que no participe o conozca al dedillo, expresando contundentemente su opinión con la tranquilidad que le proporciona su fuerte personalidad y experiencia. José Elías Bonells: el «Jardinero Mayor de Sevilla». No hay nadie que conozca mejor la jardinería sevillana, sabe dónde y cómo está cada planta en esta ciudad. Conoce Sevilla como se conoce y se quiere a una persona, con sus bondades y sus maldades.

¿Por qué es usted Jardinero?

Nací en una familia de agricultores con cultivo de árboles frutales y hortalizas, desde pequeño combinaba mis estudios con las faenas del campo, no siempre de buen gusto, sin pensar en estudiar jardinería. Realice cursos de fruticultura, podas y cultivo que impartían las Hermandades Sindicales de Labradores y Ganaderos. Tenía un hermano mayor que era el que dirigía las tierras que iban a quedar en sus manos por la ley testamentaria catalana, por lo que decidí iniciar mis estudios en la Escuela de Jardineria Nicolau Maria Rubió de Barcelona, escuela que fundó Rubió i Tuduri antes de la guerra civil, aplazada durante la misma y de nuevo puesta en marcha después para la formación de jardineros que engrosaran las plantillas del Ayuntamiento para la conservación y mantenimiento de los jardines de la ciudad.

De la Escuela salieron grandes jardineros apoyados por los entonces jardineros tradicionales existentes en aquellos momentos, los Aldrufeu, Casasus, Salvador Barri, Andreu Batlle, Hermanos Munne, Comillas, Isart, los Camprubi, Joan Bordas, Pedro Dot etc., solo por citar algunos. Allí nos permitían hacer prácticas durante las vacaciones de la Escuela. Yo especialmente realice prácticas con los Hermanos Munné de Gava, aprendí a injertar con una cuadrilla de injertadores de rosales valencianos que capitaneaba, el después famoso rosalista, Francisco Ferrer Martí. Con la empresa Emilio Ferrer y Josep Batlle aprendí la viverística, adornos florales y construcción de jardines. Terminados los ciclos escolares trabajé de asistente del Técnico Botánico del Ayuntamiento, en aquellos años D. Juan Pañella Bonastre, que a mí, al igual que a muchos de sus alumnos, les inoculó entre sus venas la pasión de ser jardinero.

Los cursos de la escuela eran de cuatro años y después un año de prácticas, algunos los hicieron en Versalles, se podían obtener en sus diferentes cursos títulos profesionales de Oficial Jardinero, Maestro jardinero y Técnico en jardinería.

Los buenos profesores de la Escuela y salida de buenos alumnos la acreditó como la mejor escuela para aprender jardinería existente en España en aquella época, de ella salieron acreditados viveristas, empresarios, constructores de jardines, propietarios de centros de jardinería, diseñadores de jardines etc…, unos siguiendo la tradición familiar y otros captados por las enseñanzas que recibimos, nos adentramos en el mundo de la jardinería urbana por circunstancias de la vida.

Cuando enfermamos vamos al médico. ¿Piensa que la sociedad en general es consciente de que las plantas aportan salud? ¿Hemos sabido explicar a la sociedad nuestra profesión?

Los parques y los espacios verdes urbanos tienen un impacto en la salud de las personas al proporcionarles un servicio recreativo conveniente y económico. Existe una correlación positiva entre la presencia de un parque en un barrio y el nivel de actividad física de sus residentes; la presencia de parques y jardines en los barrios anima a los residentes a hacer ejercicio, mejorando así su estado físico y permitiéndoles disfrutar más plenamente de sus vidas.

La sociedad es cada vez más consciente de los beneficios que aportan los parques, jardines y árboles en la ciudad, es cierto que amenazados por el cambio climático; nunca se ha hablado tanto como ahora de la influencia de las plantas en la vida humana.

¿Por qué nos atraen las plantas?

Una vez entras en su mundo de diversidad no puedes salir de él si verdaderamente eres un apasionado, al igual que ocurre en otras profesiones, el músico le atrae la música, al maestro la enseñanza, al pintor las Bellas Artes, nosotros nos sentimos atraídos por el mundo vegetal porque conocemos los beneficios que diariamente nos aportan.

La presencia de la naturaleza nos hace mejores cuanto más rodeados de plantas en el entorno que vivimos, olvidamos el estrés, la ansiedad y la depresión que padecemos, además ayudan en incrementar el bienestar comunitario. Cuando más te crees que sabes, más te queda por aprender en el mundo de las plantas.

Hablemos de usted. ¿Cuándo supo que era Jardinero?

Cuando en la edad de veintiún años se me puso al frente de un Servicio de Parques y Jardines en la ciudad de Sevilla, poniendo en mis manos la posibilidad de seguir formándome en la teoría y la práctica de lo que había estado estudiando y poder dirigir como Director Técnico del Servicio con un primer contrato de seis meses que estuve de prueba para manejar una plantilla de trescientos cincuenta personas entre jardineros, personal auxiliar, mujeres y Guardas Jurados cada grupo con sus Inspectores, Jefes obreros, Capataces etc… Gracias a la ayuda y el conocimiento de los jardineros tradicionales, que habían vivido la posguerra, pude salir del paso, ya que sin su colaboración no hubiera sido posible.

Respetando las actuaciones que se estaban llevando a cabo, poco a poco había que ir corrigiendo las labores que podían ser perfeccionadas y los planteamientos para un futuro mejor.

No existía prácticamente el Servicio de Parques y Jardines como estructura de gestión de las zonas verdes, el Servicio dependía de un Ingeniero de Montes que a la vez lo era de Obras Públicas, un inmejorable Jardinero Mayor y los capataces que habían colaborado con Forestier en la construcción del Parque de María Luisa de los que recibí muy buenos consejos.

Fue entonces cuando me di cuenta que era jardinero, pero en la Administración Local no estaba valorada la profesión, a mí me hubiera gustado, al jubilarse el jardinero Mayor, ser el Jardinero Mayor de la ciudad de Sevilla, pero esto suponía entrar en un grupo menor compensado, por lo que se creó la plaza de Jefe de jardinería a la que concursé junto a Andrés Sabadell, después un gran amigo, y un veterinario de León, creo recordar, y con los años llegué a Adjunto al Jefe del Servicio, ya que siempre fue Jefe un arquitecto. En el curso de los años, 49 de vida municipal, fueron varios los que conocí. De todos ellos guardo buenos recuerdos.

El Ayuntamiento me dio posibilidades de poder ampliar conocimientos asistiendo a muchos Congresos y Symposiums nacionales e internacionales e incluso los que entonces organizaba la Administración Local. Recuerdo que elaboramos un Pliego de Condiciones para la construcción de Parques, que no existía, colaboramos en la redacción de la Ley del Suelo, aportando apartados relacionados con las zonas verdes, creamos la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos, de la que soy el único socio fundador vivo, y que sea por muchos años, nos relacionamos con servicios análogos de ciudades europeas, París, Barcelona, Viena, intercambiando soluciones a problemas planteados, innovación de prácticas y estrategias comunes de la jardinería urbana.. Y esta fue mi Universidad.

Con la pandemia ha habido muchos cambios. ¿En qué cree que ha afectado a los jardines?

Nada será igual o tardaremos en que sea igual. La pandemia ha asestado un duro golpe a la sociedad, la realidad en sí misma nos indica que debemos cambiar de rumbo, nuestra sociedad sufre el síndrome de la falta de naturaleza. Nos hemos dado cuenta de que cualquier actuación sobre ésta puede tener consecuencias que no advertimos de momento y sí a largo plazo. Hemos destruido muchos espacios naturales sin saber que los necesitaríamos.

Si las ciudades necesitan más espacios verdes, más árboles, los nuevos espacios deberán ser entendidos como parte de la naturaleza, en los que los ciudadanos deben participar en los cambios de sus ciudades o pueblos, colaborando en grupos donde se desarrolle la democracia del conocimiento de la cual deberán ser agentes activos.

Sencillamente, creo que esto afectará a los jardines tal como los entendemos ahora, a los viveros a la hora de producir plantas y a los diseñadores para convencer a sus clientes de los cambios ocurridos: la amenaza del cambio climático, la escasez de agua por agotamiento de los acuíferos y esta será la “nueva normalidad” de los futuros jardines.

De pronto hay personas que quieren abandonar las ciudades y vivir en el campo, en los pueblos. ¿Abandonar las grandes ciudades es la solución?

No es propio vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales y perder el contacto físico con la naturaleza.

Cada gobierno deberá cumplir con su propio e indelegable deber de preservar el medioambiente y los recursos naturales de su pueblo o ciudad para disfrute de los ciudadanos.

La degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas y se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro de la calidad de vida de gran parte de la población.

Los ciudadanos abandonan la ciudad por la falta de infraestructuras verdes que palíen el estrés diario en que se vive, por carencia de acceso a parques y actividades recreativas, por no poder pasar el tiempo y relacionarse más en entornos naturales, los ciudadanos asocian áreas con hermosos jardines con una mejor calidad de vida que la ciudad no les ofrece.

Los estudios han demostrado que las personas que pasan más tiempo al aire libre en la naturaleza tienen una mejor salud mental y una perspectiva más positiva de la vida. No todo el mundo puede abandonar la ciudad. La ciudad es para vivirla intensamente si está dotada de espacios adecuados para ello. También se ha convertido una moda, todo el mundo quiere usar el coche para desplazarse a pesar de los sufridos atascos y la incomodidad de las muchedumbres sobre todo en las playas. Con los años cada vez lo entiendo menos.

Usted ha dicho que para que haya buenos jardines hacen falta buenos jardineros. ¿Qué pasa con la formación en Jardinería?

Hemos entrado en una sociedad que, a Dios gracias, todo el mundo puede acceder a la enseñanza superior, cada año salen un buen número de licenciados en carreras universitarias, la enseñanza se ha hecho universal, todo el mundo puede acceder a ella, lo malo es la salida que tienen estas carreras a la hora de integrarse en el mundo laboral.

Está claro o por lo menos lo tengo claro, espero que Vds. también, que un buen mecánico formado en las escuelas profesionales, un buen soldador y un buen fontanero tienen más posibilidades de empleo y a veces con mejores sueldos que cualquier carrera universitaria.

De la carrera universitaria a la formación profesional existen muchas escalas en el mundo laboral.

La formación en jardinería es muy necesaria, me refiero a la profesión, no a los arquitectos o paisajistas, ingenieros y biólogos que han buscado un lugar en el mundo de la jardinería.

Hoy en día existen muchas posibilidades de acceder a cursos de jardinería a todos los niveles en España, desde cursos universitarios a formación profesional y cada Comunidad ha establecido sus propios cursos para alcanzar sus objetivos.

Quizás en Andalucía y particularmente en Sevilla estemos todavía afectados por el cierre de la Escuela de Jardinería y Centro de Estudios Medioambientales Joaquín Romero Murube, debido a la quiebra de la Fundación Forja XXI, que estuvo 15 años gestionada con fondos públicos de la Junta y que nadie ha sabido reabrir a pesar de las promesas realizadas por los políticos de turno. Una Escuela que había conseguido un reconocido prestigio por la calidad de sus cursos y los profesores que la dirigían.

!!! Necesitamos escuelas públicas en formación profesional para nuestros jardineros!!!

Aunque sí es cierto que muchas ciudades españolas poseen escuelas de jardinería a distintos niveles, algunas con reconocimiento de los estudios a nivel profesional, estos estudios son después poco valorados por el público y las propias empresas de servicios a cuyo cargo se encuentra la conservación y mantenimiento de la mayoría de los parques, jardines y arbolado de nuestras ciudades actualmente. El intrusismo y la escasa valoración de la profesión siguen existiendo.

Hay que reflexionar sobre el cada vez más importante significado de la jardinería en todos sus aspectos ante los cambios que se nos avecinan que van a suponer un uno de los principales desafíos en la profesión

En los jardines y las infraestructuras verdes su sostenibilidad tendrá gran impacto en nuestras vidas que nos exigirá jardineros incansables, eruditos con grandes ideas y sobre todo, como es esencial, con experiencias paisajísticas, hay que ser visionarios del futuro que nos espera y para ello hay que prepararse.

Un jardín para el recuerdo

Son muchos los jardines y también los recuerdos, tanto en jardines públicos como en jardines privados. Intervine en la restauración en parte del Parque de María Luisa, en la creación del Parque de los Príncipes y del Parque de Amate etc… Me ha gustado mucho trabajar en equipo, huir del yo y abogar una intervención conjunta trabajando con un mismo fin. Así he estado trabajando durante años tanto en la jardinería urbana como en las actuaciones en el marco de lo privado.

He escogido un jardín muy conocido por muchos profesionales y aficionados a la jardinería: el Arboretum El Carambolo. Un jardín especial en un enclave especial. Está situado en la ladera de Castilleja de la Cuesta con una superficie de cuatro hectáreas dentro de los terrenos de la Estación Depuradora de Aguas de EMASESA. Fue promovido por la Empresa Municipal de Aguas de Sevilla por iniciativa de José Luis Prats Vila, por aquel entonces gerente de la empresa.

Los terrenos que ocupa actualmente el arboreto estaban inicialmente destinados a la ubicación de un segundo depósito pero, la inestabilidad geológica del terreno, desaconsejó su construcción. Este uso fue sustituido para la creación de un jardín didáctico que completará la visita de cientos de escolares que visitan anualmente las instalaciones de la empresa y conocen el origen del agua que disfrutan en sus casas cuando abren el grifo, la visita se completaba con el acceso al jardín donde se puede contemplar una colección de plantas autóctonas y alóctonas que se utilizan en la jardinería de la ciudad y al propio tiempo permitió recuperar ambientalmente unos terrenos degradados.

Un equipo formado por personal de Emasesa, el arquitecto Amalio Saldaña, el aparejador José Lupiáñez y el que esto escribe, iniciamos la construcción con un proyecto premiado en un concurso de ideas previas ganado por Viveros Guadalquivir. Se construyeron básicamente los miradores a la ciudad y al Guadalquivir, las pérgolas adosadas para plantas trepadoras en el jardín de las vivaces, la glorieta central con sus bancos estilo jardín de las Delicias y la creación de las lagunas con recirculación de agua y piedras graníticas de rocalla traídas expresamente del Pedroso.

Al tratarse de un jardín didáctico, principalmente dirigido a los grupos escolares que visitan la Estación Depuradora de Aguas potables se realizó una selección de plantas autóctonas, la mayoría con carácter ornamental con especificación de su nombre botánico el nombre común y su país de origen.

Con posterioridad se le incluyó una sección de plantas aromáticas y medicinales. El éxito del jardín ha sido su esmerada conservación por parte de Emasesa y el control llevado a cabo por personal de la misma. Hoy en día es una de las colecciones de plantas, que sin ser un jardín botánico, de las mejores que existen en Andalucía.

YO SOY JARDINER@

En AMJA queremos destacar la importancia de la profesión de la Jardinería en sus múltiples facetas y difundir la Jardinería como un concepto primordial para la vida en la ciudad. Con este programa YO SOY JARDINER@ queremos dar a conocer a hombres y mujeres jardineros, empresarios, científicos, técnicos, diseñadores, arboristas, expertos en riegos, botánicos, especialistas en plagas y enfermedades, consultores, viveristas… y poner en valor una profesión histórica que repercute enormemente en la salud de los ciudadanos.

PRÓXIMA ENTREGA: MIGUEL AGULLÓ VELASCO. Ingeniero Técnico Agrícola. Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Alicante. Hacedor de Atocha.

Fuente: AMJA

Flor cortada y planta ornamental: Ayudas de 10,4 millones de euros para paliar las pérdidas derivadas del estado de alarma

El Consejo de Ministros aprobó el 6 de octubre, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el real decreto por el que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones por la crisis sanitaria de la COVID-19 en el sector de flor cortada y planta ornamental. El texto legislativo recoge la concesión en el año 2020 de subvenciones por importe total de 10.400.000 euros a los productores que hayan tenido que destruir su producción durante el estado de alarma.

“El objetivo principal de este real decreto es contribuir a paliar el perjuicio económico que la adopción de las necesarias medidas para frenar la extensión de la COVID-19 ha tenido para los agricultores productores de flor cortada y planta ornamental.

Para ello, los beneficiarios de esta subvención serán los titulares de explotaciones que acrediten la destrucción de producción durante el estado de alarma. Estos agricultores percibirán una ayuda en función de la superficie de cultivo ocupada por esa vegetación que tuvieron que destruir.

Las ayudas, bajo el régimen de ayudas de Estado,  serán compatibles con otras de idéntica finalidad cuando la suma total no exceda del valor del material perdido, así como con otras subvenciones concedidas para paliar los efectos de la epidemia en el sector.

El importe se establece entre los 7 y los 80 euros por metro cuadrado de superficie destruida, en función de la especie de flor o planta de la que se trate. Las explotaciones de titularidad compartida serán consideradas prioritarias a efectos de su percepción.

Para la adopción de esta medida se ha tenido en cuenta que el sector de la flor cortada y planta ornamental vio imposibilitada la comercialización de su producción en el período comprendido entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020 como consecuencia de las limitaciones impuestas por el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.

Así mismo, se ha considerado que el 70 % de la producción total anual se comercializa en los meses de primavera por la demanda que generan fiestas y eventos como Semana Santa, Fallas, la Feria de Abril, el Día de la Madre o el Día del Libro, todos ellos cancelados con motivo de la pandemia. Además, tanto la flor cortada como la planta ornamental tienen una vida útil muy corta, que hace imposible su almacenamiento para posterior venta lo que obliga a los productores a destruir su producción.

Campaña promocional

El MAPA pondrá también en marcha en una campaña de promoción de la flor cortada y la planta ornamental que contará con un presupuesto de 500.000 euros. Con esta acción se transmitirán los beneficios de tener flores y plantas naturales en casa y se promoverá la compra de estos productos en cualquier momento del año.”