Sostenibilidad en el sector de la jardinería

En los últimos años y gracias a que la sociedad está más sensibilizada con el medioambiente,  la superficie de zonas verdes de nuestras ciudades ha aumentado de manera generalizada. Así se da respuesta a las necesidades de los ciudadanos, que buscan alternativas al aire libre para disfrutar tanto de su tiempo de ocio y deporte como de sus hij@s y mascotas.

Los espacios verdes se asocian a una mejor calidad de vida además de desempeñar diversas funciones que justifican un importante valor ambiental:

  • Actúan como filtros de diferentes contaminantes atmosféricos.
  • Favorecen el contacto con la naturaleza.
  • Mejoran las condiciones climáticas, ya que aumentan la humedad y reducen la temperatura.
  • Funcionan como drenaje de los gases de efecto invernadero.
  • Amortiguan el ruido.

Por todo ello, la inversión en zonas verdes de calidad para nuestros municipios supone una mejora tanto en la salud comunitaria como en la economía local, por ejemplo, con la creación de puestos de trabajo para su mantenimiento, el desarrollo del comercio local en sus inmediaciones, el atractivo turístico, etc.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que la jardinería, tal y como se gestiona en algunos casos, puede acarrear consecuencias negativas para el Medio Ambiente debido al empleo masivo de plaguicidas y herbicidas, al excesivo consumo de agua, al uso de nitratos, a la introducción de especies vegetales invasoras o al mal aprovechamiento de los residuos generados.

Las empresas del sector de la jardinería generan una gran cantidad de residuos que son de difícil gestión. En su mayoría son restos de poda y césped que deberían ser tratados como recursos, ya que son materias primas que se pueden aprovechar como fuente de energía para alimentar una central térmica de biomasa o bien para hacer mulching orgánico y compost.

Para los otros tipos de residuos, incluyendo algunos peligrosos, es de vital importancia tanto la prevención y reducción de los mismos, como la buena gestión, clasificación y depósito en los lugares correspondientes, para evitar repercusiones negativas sobre las personas y el entorno.

Existen pautas básicas de fácil aplicación que las empresas del sector de la jardinería deben seguir si lo que quieren es avanzar hacia una jardinería más sostenible:

  • Seleccionar plantas y elementos vegetales autóctonos y adecuados para clima de la zona.
    Hacer un buen uso del agua: diseñando de manera eficiente el jardín, agrupando las especies según sus necesidades y creando zonas de sombra, por ejemplo.
  • Reducir el uso de químicos que generan múltiples riesgos para la salud humana.
  • Adoptar medidas que aseguren la fertilidad y salud del suelo, abonando lo necesario e intentando hacerlo siempre con compost.

Como hemos visto, existen acciones muy sencillas y económicas que las empresas pueden implementar para optimizar el trabajo de sus empleados y mejorar el Medio Ambiente. Para que la transición hacia la sostenibilidad sea todavía más fácil, en Cursos Femxa disponemos de formación online específica 100% gratuita para los trabajadores del sector.

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